jueves, 28 de agosto de 2014

28 Agosto. Un año de aventura alemana.

                                                                
                       
                                    


Parece que fue ayer cuando nos comunicaste tu decisión de marchar a probar suerte en Alemania. Mi primera reacción fue de rechazo, lo reconozco. Más después y como suelo hacer, me dije a mi misma que quizá era lo mejor que te podía pasar, el idioma sumado a tus ya más que probadas aptitudes en tu profesión serían una buena baza para seguir en la brecha y progresar profesionalmente allí o aquí, si volvieras algún día. Así que empecé a estar cada vez más animada por ti y por tu principal motivo para el cambio, que no era otro que el estar con tu amor.

Apasionado como eres empezaste la gran aventura, llegaste, viste y venciste, ya que a los pocos días estabas trabajando en lo tuyo con el ánimo que te caracteriza. Aprendiendo el idioma y mejorando día a día. Ha pasado ya un año y tus progresos me dicen que hiciste lo mejor que podías hacer, vista la evolución y el giro que ha dado tu situación.

Es duro estar  tan distanciados, pero siempre nos quedan las vacaciones, somos afortunados por poder vernos y estar juntos, como este verano, en tu isla, en tu tierra, en el sitio al que quizá un día vuelvas con tu familia a pasar largas temporadas, como hacen los turistas que nos visitan. Ojalá !!

Te quiero.

domingo, 24 de agosto de 2014

Juventud desaprensiva.





Ayer me desperté temprano,  decidí a hacer mi caminata a primeras horas de la mañana, salí contenta, un nuevo día amanecía y las calles vacías, la gente durmiendo, esa sensación me llena de paz y la estaba disfrutando hasta que...en una zona desde donde se divisa una vista espectacular, no pude menos que pararme y contemplarla, más bajo mis pies observé tu huella, los despojos de tu diversión compartida con otros energúmenos como tú. Todo mi optimismo se vino abajo por un momento. ¿Cómo vamos a mejorar nuestras vidas y las de los que nos siguen si eso es lo que hace gente que no tiene ninguna consideración con su entorno y el de sus semejantes.

viernes, 22 de agosto de 2014

Cartas a mi nieto IV - Un largo verano con Lucien.

                                         


                                                      

                        Lucien es mi primer nieto, es difícil no caer en la ñoñería tirando a cursilada cuando de un hecho tan "normal" como que nazca un ser humano se hace un acontecimiento de tal magnitud, que toda tu vida empieza a girar en torno a ello.

                  Mi nieto es un niño maravilloso que quizá por esas ausencias causadas por la profesión de su padre, se me ha hecho aún más, si cabe, especial. Ellos van y vienen, pero este verano ha sido especial. Lucien ha cumplido un año, ríe, interactúa, camina y hasta habla  algunas palabras, es un milagro de la vida, es decir, es otro milagro de la vida. Mis sentimientos se disparan y me creo que no hay otro niño como él, que es único, y lo es. 

                         Vuelvo a vivir aquél tiempo mágico, cuando nacían mis propios hijos, lo más grande que me ha pasado, cada uno de ellos es único, cada hijo con su personalidad, con sus ocurrencias, tiempo de risas y de alegría, porque tuvimos mucha suerte con que fueran niños sanos, soy consciente de que no siempre es así, por eso agradezco cada día que paso, cada sensación que experimento. También la actual experiencia, la de extrañar su risa, su inquietud, sus alegatos y mis dolores de espalda, quiero sentirlos otra vez, doce días sin verle y temo que me olvide, que no me diga Yaya cuando nos veamos de nuevo. Sí, ya sé que está el skype...pero no es lo mismo, me desconsuela no poder tocarle y al mismo tiempo tenerle tan cerca...

                          Injusta distancia que nos separas, que dejas pasar los días sin que pueda ser testigo de sus avances, de sus risas y correteos, al tiempo le pido que pase pronto para tenerte de nuevo cerca, para acariciarte y besarte y contarte todo lo que te quiero, todo lo que te espero. Mi consuelo es saber que tú eres dichoso de todas las formas, que todavía eres un niño que disfruta de cada momento tan intensamente como a mi me gustaría hacerlo, pero, es que yo ya no soy niña, me olvidé cómo se hacía, cómo se vivía el ahora y ya está. Por eso necesito que tú me lo enseñes de nuevo, contigo aprenderé que no hay pasado ni futuro, que solo es ahora, cuando tú estés ...